Discriminación feminista en asesinatos de hijos e hijas y pensiones de orfandad

Hace unos días nos despertamos con una trágica noticia: una agente de la Guardia Civil, en trámite de divorcio, se suicida tras matar a sus dos hijas en su casa del cuartel de Quintanar del Rey. La madre habría disparado a sus hijas de 9 y 11 años de edad antes de quitarse la vida. Una tragedia en la que los medios, como es habitual cuando la asesina es mujer, han tratado de dulcificar para desviar la perspectiva de género a otros motivos más convenientes, el estado mental de la madre, el alto índice de suicidios en las FFCC de Seguridad del Estado o al “tormentoso divorcio” por el que atravesaba.

La guinda la puso una “consternada” Irene Montero ante el crimen, sin hacer referencia directa al padre como víctima. Es notable la incomodidad de la ministra en los casos que el filicidio es cometido por la madre. No es la primera vez que se intentan desvirtuar estos hechos, así que con mayor motivo hemos decidido investigar profundamente una problemática que discrimina a los hombres, y en mayor medida, a sus hijos.

Nuestra reflexión parte de una noticia que señala OKDiario respecto a una partida de 30.000€ de los Presupuestos Generales del Estado dedicada a la asistencia psicológica de las madres que han sufrido “violencia vicaria”, entendida como la violencia ejercida por los padres sobre los hijos para dañar también a la pareja mujer. Esta ayuda se prestará a través del Consejo General de la Psicología y sus profesionales en todo el ámbito nacional.
Esta ayuda entra dentro del contexto de la “violencia vicaria”, un término acientífico como ya explicó la feminista independiente Loola Pérez: “No forma parte de los manuales de diagnóstico, es un término inventado por la psicóloga Sonia Vacarro en 2012, cuya investigación sigue siendo desconocida y no concluyente”. Este término empezó a institucionalizarse en 2021. Con el nuevo cambio, el Ministerio de “Igualdad” ha reconocido esta nueva ayuda extra solo a las mujeres, pero no así a los hombres en la misma situación, ya que anteriormente no existían este tipo de ayudas por estos servicios psicológicos a víctimas de violencia vicaria ni a mujeres ni a hombres. La pregunta es clara: ¿Qué hemos hecho los hombres para no ser considerados víctimas de violencia vicaria por parte de las mujeres que matan a nuestros hijos? ¿Haber nacido hombres?

Padres que asesinan – madres que asesinan, que hablen los datos

Como explica Bou, sobre los filicidios u homicidios a menores se han publicado muchas desinformaciones, mezclando y manipulando estadísticas, que a su vez son reproducidas por las agencias de noticias y medios tradicionales. No es hasta hace bien poco, el 16 de junio de 2022, donde encontramos un dato fiable y oficial sobre estos homicidios por los padres y las madres, a petición de una senadora del PP y que el Gobierno vino obligado a responder en el Senado, respuesta que mostramos en la imagen inferior.
La polémica sobre si los niños y las niñas son asesinados por sus padres o por sus madres queda comprobada con este documento oficial del Gobierno en 2022, donde se pueden sumar los condenados y condenadas por asesinato a sus hijos e hijas y nos da una cantidad “similar”: 26 mujeres y 24 hombres, y decimos similar porque no se trata de hacer una competición y demagogia sobre si son más asesinos o asesinas ellos o ellas, sino mostrar cómo está en la excepcionalidad de la condición humana que existan estos casos de padres y madres que asesinan a sus propios hijos e hijas, y que no se trata de la condición masculina o femenina en cuestión.

 

Respuesta del Gobierno a una senadora del PP sobre los filicidios cometidos en España.
Respuesta del Gobierno a una senadora del PP sobre los filicidios cometidos en España

Apunta Nicolás Rodriguez  que los servicios de estadística estatal no quieren que sepamos los datos reales, y nos lo muestra al comparar datos del INE con el portal VioGen.

Si entre 2013 y 2020 las víctimas por homicidios de 0-14 años son:

  • 119 según el INE = donde no consta su agresor
  • 45 según el Portal VioGen = donde su agresor es hombre

Nos encontramos, restando, que existen 74 menores de 14 años víctimas de homicidios sin datos oficiales sobre si su agresor es hombre o es mujer, muchos más de los 45 donde sí se informa que es un hombre según VioGen. ¿No merecen esos 74 menores que se sepa públicamente si sus asesinos son hombres o mujeres? ¿O es que no interesa que se sepa?

Huérfanos discriminados

Continuamos investigando la discriminación que afecta también a los menores sean niños o niñas: las ayudas que se reciben por orfandad. Veremos como de nuevo el Ministerio de “Igualdad” vuelve a usar las lentes de género femenino para ignorar a los huérfanos de padres (hombres) asesinados por sus parejas o ex-parejas (mujeres) con la ley que regula el acceso a las pensiones para huérfanos por violencia machista aprobada a finales de 2021.Todos los partidos políticos la aprueban, menos Vox y C’s quienes plantean una enmienda para ampliar las pensiones a los hijos de los padres asesinados: es rechazada y no se equipara totalmente los huérfanos de madre asesinada a los huérfanos de padre asesinado.

Esta discriminación en la pensión de orfandad ya venía de una anterior modificación en 2019. En ese año se extendió en redes sociales esta idea discriminatoria a partir de un tuit viral de Antonia Carrasco, presidenta de GenMad, donde señalaba que “la pensión de orfandad es de 140€ al mes cuando la madre asesina al padre y que la cifra asciende a 600€ cuando ocurre lo contrario”, en la misma línea que mostraba en un tuit el propio Ministerio del Interior, y que mostramos ambos más abajo. Esto desencadenó una respuesta mediática de la prensa feminista radical por parte de Newtral y Maldita.es para desmentir el “bulo o fake”.

Tuit de Antonia Carrasco con la misma la información que ofrece el Gobierno

 

Newtral se justificó siguiendo la línea marcada por el Ministerio de Trabajo, y juega con la mitad de la certeza y la mitad de la falsedad que le interesa para aparentar que no existe discriminación. Lo explicamos de forma sencilla. Existen 2 tipos de pensiones, las contributivas para aquellas personas que han trabajado y cotizado lo suficiente, y las no contributivas para aquellas personas que no han cotizado el mínimo. Donde está la manipulación informativa, es justificar que el tuit es falso porque en las pensiones contributivas, tanto el padre asesinado como la madre asesinada, en ambos casos la pensión de viudedad del 52% pasa a los huérfanos (se va a mejorar al 70%), y ambos huérfanos cobrarán lo mismo.
Pero no indica que la situación es injusta si estamos ante una pensión no contributiva: cuando los hijos quedan huérfanos por violencia de género de una madre que no había cotizado lo suficiente SÍ que pasan a cobrar pensión de orfandad (la de 600€), pero ¿qué pasa con los hijos de los padres asesinados que no trabajan o ganan suficiente? No reciben nada según la tabla de Newtral, o como mucho accederían a la mínima, sea de 140€ o de 220€, siguen siendo desprotegidos, como si los hombres por el simple hecho de ser hombres tuviéramos siempre recursos económicos suficientes y no pudiéramos vivir en situaciones de pobreza. Se trata de una discriminación inversa de libro.

 

Maldita.es también sacó las mismas conclusiones, centrándose en negar la existencia de una pensión de orfandad de 140€, y adjuntando una respuesta por mail del mismo Ministerio de Presidencia, del cual copiamos un párrafo donde observamos cómo justifica su discriminación hacia los hombres por motivos ideológicos:

Por otra parte, los hijos de los padres asesinados por sus mujeres cuando estos no han cotizado – no se trataría de un caso de violencia de género y de todos modos resulta excepcional el hecho de que un padre asesinado no hubiera cotizado- no tienen derecho a prestación de orfandad no contributiva, porque ésta se ha creado, en coherencia con el consenso alcanzado por los grupos parlamentarios con la aprobación del Pacto de Estado contra la violencia de género, para los/as hijos/as de mujeres asesinadas por actos de violencia contra la mujer. Precisamente suele ser la mujer asesinada por violencia de género la que no contaba con cotización.

Primera falacia: “Resulta excepcional que un padre asesinado no hubiera cotizado.”

Entiende el Gobierno que existe una relación causa-efecto entre ser asesinado y disponer de riquezas o renta suficiente, de manera que los hombres más ricos son susceptibles de ser más asesinados por sus mujeres y los más pobres no tienen por qué tener ningún miedo de ello, ya que asesinan a los que tienen más dinero. En todo caso, de ser esto cierto, habría que preguntarse por qué las mujeres asesinan a más hombres con dinero que sin dinero, lo cual es incongruente ya que en principio estos asesinatos suelen ser más pasionales que económicos, ¿no?
También puede entender el Gobierno que todos los hombres han cotizado por el mero hecho de ser hombres, por lo que no puede darse apenas algún caso excepcional de ser hombre y no haber cotizado. Que consulten el INE, el INEM y cualquier estadística económica de los hombres que carecen de rentas si es algo excepcional. O que pregunten en la calle sobre la riqueza y pobreza de los hombres. También puede entender el Gobierno que todos los hombres han cotizado por el mero hecho de ser hombres, por lo que no puede darse apenas algún caso excepcional de ser hombre y no haber cotizado. Que consulten el INE, el INEM y cualquier estadística económica de los hombres que carecen de rentas si es algo excepcional. O que pregunten en la calle sobre la riqueza y pobreza de los hombres. Y si realmente son tan pocos tampoco costará tanto dinero, ¿por qué criterio discriminatorio no se les protege?

Segunda falacia: “Resulta excepcional.”

¿Qué es para el Gobierno numéricamente excepcional? ¿Dónde fija el límite para decidir que algo cuantitativamente es excepcional y no lo es y por lo tanto no lo protege? Tal vez haya que recordarles la estadística del inicio de este artículo de los últimos 15 años donde de los últimos 50 padres y madres condenados por haber matado a sus hijos e hijas, 26 eran mujeres y 24 eran hombres. Si los padres y madres que asesinan a sus hijos e hijas son similares en número, ¿por qué considera que existe violencia vicaria de los padres a los hijos y no la hay de las madres a los hijos o también niegan el síndrome de alienación parental? ¿Somos también los hombres una rara excepción estadística que no hay que proteger a sus hijos huérfanos mientras que las mujeres son estadísticamente las suficientes para proteger a sus hijos? ¿No será que ustedes, feministas radicales del Gobierno, nos están discriminando por nacer hombres?

Tercera falacia: “Suele ser la mujer asesinada por violencia de género la que no contaba con cotización.”

Según los estudios realizados desde hace décadas sobre violencia sobre la mujer, esta violencia no conoce de edad, estado civil, raza, religión, ni situación económica o condición social, ¿no? ¿o sí? Expliquen ustedes porqué ahora, y no solo porque les interesa, la mujer asesinada por violencia de género es pobre de clase económica baja y no de clase media o alta, mientras que los hombres asesinados son de clase media y alta, y excepcionalmente y rara vez pobres que al ser tan pocos no requieran ni siquiera alguna protección. Tal vez estén usando estas leyes para dejar más pobres a los hombres pobres y generar una desigualdad económica hacia ellos y sus descendientes.

Ser hombre, un problema para el feminismo radical de corte marxista

Han pasado casi 4 años desde la ley 3/2019 de 1 marzo sobre protección de la orfandad en casos de víctimas de violencia de género, donde el propio Gobierno en la disposición adicional segunda se obligaba en un plazo de 3 meses a estudiar el que otras orfandades fuesen equiparadas a la mejora para las víctimas de violencia de género, pero es obvio que se trataba de una cortina de humo, porque en casi 4 años no han hecho nada por los hombres sin recursos económicos que son asesinados por sus mujeres. Ser un hombre sigue siendo el problema.

En la protección de los huérfanos por asesinatos de padres y madres, el nacer hombre es un motivo de discriminación para quienes gobiernan bajo la bandera del feminismo radical, que a manera de sus antecesores de corte marxista económico organizan el mundo de forma bipolar, diferenciando en bloques de buenos y malos, premiando a los que pertenecen a su bando y castigando a los que no lo son.

En este caso, los castigados son los niños y las niñas que han quedado huérfanos de un padre sin recursos económicos asesinado por una madre. Hasta tal punto es la radicalidad marxista de este pensamiento feminista radical, que en el lote de los malos también se incluyen a los hijos e hijas de los hombres asesinados por sus parejas mujeres. No tienen límite.