Cuando hablamos con compañeros de asociaciones de hombres maltratados de otros países europeos, y les contamos que ante un mismo acto de violencia dentro de una pareja dependerá de si eres el hombre o la mujer para que la pena que te imponga el juez sea distinta porque existe el agravante de ser hombre… lo primero es que piensan que no nos hemos expresado bien en inglés, por lo que se lo tenemos que repetir un par de veces más, para que vean que sí, que es lo que han oído inicialmente aunque no quitan su cara de asombro.
Queremos mostrar que otros modelos de atajar la violencia dentro de la pareja es posible, y que no todas las opciones pasan por la singularidad de la ley española aprobada en 2004 y que tanto daño está causando con todo un sistema creado alrededor de la presunción de culpabilidad hacia el hombre. Comenzaremos con el modelo inglés de violencia doméstica.