Hoy, en el Día de la Eliminación de la Violencia Contra La Mujer, hemos buscado ejemplos de cómo los hombres podemos hacernos eco de situaciones injustas contra ellas o de cómo defender a las mujeres que sufren violencia. De todos ellos hemos encontrado uno que por trascendencia y emergencia merece ser destacado. El Mundial de fútbol es el espectáculo deportivo más televisado del mundo, una oportunidad inmejorable para llegar a miles de millones de personas y los futbolistas iraníes lo sabían.
Este lunes, en la primera jornada, presenciamos uno de los gestos más valientes que se recuerdan en un campo de fútbol: “Mujer. Vida. Libertad”, con esos carteles, los aficionados iraníes presentes en el estadio de Doha dijeron “basta” al régimen iraní. Ya en el césped los jugadores se alinearon en silencio, negándose a cantar su himno en claro apoyo a sus compatriotas. Una reivindicación pacífica y elegante que trasciende más allá del deporte y sus fronteras. Siendo probablemente, junto con la Primavera Árabe de 2010 el escenario de la lucha feminista más importante de los últimos años: la emancipación de las mujeres en paises islámicos.
Después del partido, Ehsan Hajsafi, uno de los líderes del vestuario, explicó su decisión de no cantar el himno: “Las condiciones en nuestro país no son adecuadas. Nuestra gente no es feliz. La gente tiene que saber que estamos con ellos y que los apoyamos. Somos solidarios”.
El país está actualmente en la antesala de una guerra civil, donde se encarcela y asesina a cualquier opositor. Tras años y años de represión del estado iraní a través de su ‘policía moral’, el asesinato de la joven iraní Masha Amini el pasado mes de septiembre por no acatar las conductas de vestimenta del estado teocracitico, fue la gota que colmó el vaso. Este asesinato dio lugar a una multitud de manifestaciones en todo el país que arrinconaron al gobierno de la República Islámica. En una escalada de tensión y violencia que hasta hoy mismo sigue dejando miles de víctimas.
Unos días más tarde de las protestas, la selección iraní jugó un amistoso luciendo unas chaquetas negras con las que taparon el escudo nacional a modo de protesta; dejando claro a quién representaban en el conflicto. Sardar Azmoun, uno de los futbolistas declaró esos días: “no puedo quedarme callado y si el castigo es ser expulsado de la selección, es un pequeño precio a pagar por un solo mechón de pelo de una mujer iraní. Deberían avergonzarse por asesinar a una persona. Larga vida a las mujeres iraníes”.
Las declaraciones del jugador provocaron un conflicto de intereses, tanto dentro y fuera del banquillo, con presiones por parte de la federación de fútbol iraní y del mismo gobierno para acallar toda voz disidente y amenazas de quedar excluido para el Mundial de Catar. Desencuentros con algunos jugadores afines al régimen. En el partido contra Inglaterra, los once de Irán y la mayoría del cuerpo técnico respetaron el silencio. Incluso en varios impases del partido se escucharon cánticos desde la grada abucheando su propio himno nacional y pidiendo justicia para las víctimas del régimen.
Si bien aún se siguen reproduciendo las ‘performance’ recientes del #BlackLivesMatter en Inglaterra, Europa o Estados Unidos, en la que la mayoría de jugadores hincaba la rodilla en el césped antes del saque inicial, recordemos que, al contrario que sus compañeros occidentales, las protestas de los jugadores iraníes están sujetas a un peligro extremo para ellos y sus familias.
En un país donde se ha extendido un terrorismo de estado; en el que se persigue, delata, tortura, censura, encarcela o directamente se mata por llevarle la contraria al régimen, estos valientes hacen su parte por defender los derechos y libertades de las mujeres de su país, independientemente del riesgo. Con más de 15.000 detenidos y amenazas de muertes del mismo gobierno, las mujeres siguen protestando en la calle para luchar por sus derechos humanos.
Mientras otras representantes políticas, como la presidenta del Parlamento Europeo muestran contundentemente su rechazo a la opresión en Irán, la representante del feminismo hegemónico en España, que tanto se jacta de ser pionera en leyes feminista, solo dedicó un tuit al que posiblemente sea el mayor acontecimiento feminista del año.
Pese a que el combinado iraní encajó una goleada en lo deportivo, se confirmó su gran victoria sobre el postureo y la frivolidad de muchos, por la libertad real de las mujeres y los derechos humanos. Estaría bien que cada uno supiera qué lugar ocupa en el mundo, cuáles son las prioridades y dónde urge la verdadera ayuda institucional y la acción política.